martes, 25 de septiembre de 2018

Ideología Queer – Contrasexualidad - Psicóloga Pilar Muñoz


Ideología  Queer – Contrasexualidad
Texto sacado de Pilar Muñoz, Licenciada en psicología, especialidad clínica:
https://www.ivoox.com/ideologia-genero-iii-nuestra-psicologa-audios-mp3_rf_16903763_1.htmlIdeología de género: ideología totalitaria y disolvente y una de las columnas vertebrales del nuevo cambio social.

Ideología de género como poder. Cómo se va metiendo en las instituciones y programas educativos, derechos internacionales y nacionales… hoja de ruta

De forma subrepticia. El lenguaje muy sutil y manipulado: utilizan las palabras talismán: “libertad”, “opción”, “reasignación”, “performance”. Parece como que todo es bastante deseable e ideal. Además decir que vas “en contra de lo tradicional, de las costumbres ” queda como muy “cool”, muy avanzado, parece ser que todo lo alternativo, sólo por el hecho de ser alternativo es mejor, y no es así.
Si realmente se llega a implantar toda esta ideología a occidente como tal no se le va a reconocer.
Última fase de la ideología de género: la contrasexualidad (ideología Queer)

La ideologóa de género utiliza como medio la búsqueda del poder absoluto.
Intentan que no haya un solo hombre que busque la Verdad y una autoconstrucción hacia el bien, en el rango personal, espiritual y social.

El primer nivel es la construcción de la ciudadanía. La guerra contra los varones considerados como clase opresora, y para ello necesitan de una masa critica de adhesiones. Como el objetivo es ambicioso y totalitario, la maa crítica tiene que ser numerosa y heterogénea: les da lo mismo los minusválidos, los homosexuales, bisexuales… mucha gente y de diferentes sensibilidades. Esta masa cr´tica sólo puede salir de la clase oprimida, es decir de las mujeres, minorías sexuales o de otras minorías (minorías raciales)

El objetivo para conseguir este caldero de seguidores acríticos es la construcción de la ciudadanía que consiste en una serie de etapas:
  • Hacerles tomar conciencia de ser una clase oprimida. Tu eres negro?, pues eres oprimido, que tú eres mujer? Eres oprimida. Que eres minusválido? Eres oprimido. Esto no es así, es una falacia del lenguaje y un uso torticero del lenguaje: una persona negra es un ser humano por encima de todo, el minusválido es minusválido y la sociedad tiene que ayudarle para que alcance el despliegue de sus potencialidades pero no por eso está oprimido...
  •  Hacerles revelarse contra el “HeteroPatriarcado”. Pero eso no es sólo lo masculino, sino el “orden opresor constituido” “heteronormativo”, es decir, lo que hasta ahora, desde la aparición del hombre en las cavernas hemos venido considerando como el orden establecido. Acabar con las costumbres, con lo tradicional, con el sistema binario de la especie humana mujer-hombre, y acabar con las antiguas  formas de pareja, de estabilidad, de legalidad en la pareja, de la legalidad en la procreación: resetear todo y construir un ser posthumano: “cuerpos hablantes”.
  • Arrebatar por la fuerza (no por la razón) el control absoluto de la procreación, eliminando toda la figura masculina, por eso el odio a lo masculino.

La construcción de esta ciudadanía es generar una batalla sin cuartel donde la mujer es la figura significativa de esa batalla. La mujer tiene que transformar un nuevo espacio y una nueva función para acabar con los papeles asignados tradicionalmente.

Siguiente paso en las instituciones son las famosas “cuotas de género”. Aquí la ideología parte del concepto de que las mujeres y los varones deberían tener con necesidad matemática una participación igual en la vida pública, con independencia de sus capacidades y de su adecuación al puesto: si la mujer no tiene los mismos números de posibilidades laborales  que los hombres (en un parlamento, en una empresa…) entonces ellos dicen que esa desigualdad es la causa por la cual existe la conflictividad en el mundo; y esto no es así, la realidad es muy distinta, puede haber más mujeres, o más hombres o igual, pero no en referencia a la cuestión sexual sino a la cuestión de idoneidad del puesto y de las capacidades del sujeto al que aplica el puesto, osea que no tiene nada que ver con la sexualidad, pero ellos lo han aplicado torticeramente a esto.

Ciudadanía y derechos humanos.

EL objetivo primordial de esta ideología es asociar la ingeniería de la llamada ciudadanía con los derechos humanos, y  se afirma que el patriarcado establece un dominio, pero qué patriarcado? El “patriarcado” lo configura sobretodo ser un varón blanco heterosexual, urbanita y propietario (tener casa en propiedad). Y las oprimidas serían: mujeres sumisas, religiosas, madres y que tengan la opción por ejemplo de trabajar en casa. Eso quieren llevarlo al tribunal de de derechos humanos.
Esto es contrario a la realidad, la mayoría de las mujeres no pretenden ni quieren una batalla contra los hombres, sino que quieren acompañar y amar a los hombres, lo mismo que los hombres a las mujeres, trabajar juntos, y tener hijos de los hombres, y los hombres hijos de las mujeres.

Derechos reproductivos y sexuales

Es perverso. Toda la cuestión de derechos reproductivos y sexuales se refiere única y exclusivamente al control de la sexualidad del cuerpo y de la reproducción, porque ellas consideran que la familia y el basamento androcéntrico – es decir que la familia y la parte masculina-, es la culpable de todos los conflictos y las guerras que hay en el mundo. Esto no es así bajo ningún concepto. Además consideran como derechos reproductivos a las medidas anticonceptivas y abortistas, nada más. No es que la persona que decida tener 10 hijos pueda tener 10 hijos, no, eso para ellos es una opresión androcéntrica y heteronormativa o heteropatriarcal.

CONTRASEXUALIDAD – QUEER


Basado en la ideóloga y ensayista, que trabaja en una universidad de prestigio en París que se llama Paul Beatriz Preciado (nacida en España en el 1970 como Beatriz Preciado, filósofa, “filósofo” feminista, que destaca por sus aportes a la Teoría Queer y la filosofía del género; “Discípulo” de Ágnes Heller y Jacques Derrida). Su primer libro es “Manifiesto contrasexual” (2002), inspirado por las tesis de Judith Butler, Donna Haraway y Michel Foucault,

Y otra llamada Judith Butler (Estados unidos, 1956, ensayista y filósofa post-estructuralista que ha realizado importantes aportes en el campo del feminismo, la teoría queer, la filosofía política y la ética. Autora de El Género en disputa. Feminismo y la subversión de la identidad (1990) y Cuerpos que importan. El límite discursivo del sexo (1993),
Estas dos son dos pilares ahora mismo que tienen mucho predicamento y que son contratadas por instituciones de muchísimo prestigio, y conferenciantes por todas las latitudes.

La contra sexualidad – la última fase de la ideología de género.
La contrasexualidad no es la creación de una nueva naturaleza (no es crear nuevos seres), sino más bien “Terminar con la naturaleza como orden que legitima la sujeción de unos cuerpos a otros”, lo que quieren es acabar con el proceso de la naturaleza y dotan a la “naturaleza” como el orden que legitima la sujeción de unos cuerpos a otros. (De fondo está la idea de que el ser mujer significa estar sometidas al cuerpo del hombre, osea que la mitad de la población están sujetas a la otra mitad de la población., y esto plantea una conflictividad planetaria).

La sexualidad tradicional “es el producto del contrato social heterocentrado, cuyas performidades normativas han sido inscritas en los cuerpos como verdades biológicas”, es decir, que cuando se nace niño, o se nace niña, por el hecho de poner la palabra “niño” o “niña” y luego dotarles de un rol de que el niño con el pene va a introducirlo en la vagina de la mujer y que van a tener nuevos seres, entonces eso es una performidad normativa, porque les han dicho que con ese pene y con esa vagina se construyen nuevos seres, si les hubieran dicho que ese pene pudiera ser introducido por otro lugar (ellas hablan de las “trabajadores/as del ano”). Osea que existen unas verdades biológicas (muy difícles de negar) pero no están de acuerdo en que estas diferencias biológicas tengan que repercutir en diferencias de género, y eso hay que cambiarlo por la política, como herramienta de poder, control y deconstrucción.

La contrasexualidad apunta a sustituir el contrato social que denominamos “naturaleza” por un contrato contrasexual: en este nuevo contrato, los cuerpos no se reconocen como hombres o mujeres sino como “cuerpos hablantes”, reconociéndose a si mismo como posibilitados de acceder a todas las practicas significativas de placer, así como a todas las posibilidades de posiciones, de enunciación o presentación, masculinas, femeninas o perversas.

Renuncian no solo a una identidad sexual cerrada y determinada (incluida la homosexualidad) sino además también hay que renunciar y eliminar los beneficios sociales, económicos y jurídicos de las prácticas “heteronormativas” (por qué una familia va a tener más derechos a acceder a una guardería o porqué una familia con tres hijos tiene beneficios por ser familia numerosa).

Hay que acabar con las prácticas tradicionales sexuales y hay que dotarlas de “practicas significativas de placer” y allí meten las masculinas, femeninas o perversas, en todo tipo de enunciación o presentación, es decir que podemos ir perfectamente con nuestros genitales al aire (que los actos sexuales no estén restringidos a la casa), también hay que pasar a los colegios (de hecho ya hay prácticas para que los alumnos se toquen y se reconozcan mutuamente).

La nueva sociedad contrasexual busca la “deconstrucción sistemática de la naturalización de las prácticas sexuales y del sistema de género” y proclama “la búsqueda exclusiva del placer-saber”, es decir, primero: olvidémonos de la sexualidad como procreación, eso hay que perseguirlo por equipos de investigación, (ej: nuevas leyes españolas: “vigilar que a ninguna niña se le pase por la cabeza albergar la posibilidad de la  maternidad”)

La contrasexualidad propone la nueva tecnología sexual como resistencia a lo establecido:
«En el principio era el dildo. El dildo antecede al pene. Es el origen del pene. La sexualidad es una tecnología hecha de máquinas, productos, instrumentos, aparatos, prótesis, redes, aplicaciones, programas, conexiones, flujos de energía y de información, interrupciones e interruptores, llaves, leyes de circulación, lógicas, equipos, formatos, accidentes, detritos, mecanismos, usos, desvíos... Es hora de entrar en la caja negra del sistema y de inventar una nueva gramática.»

La contrasexualidad afirma que el dildo es el origen del pene, que desde el principio aleteaba sobre la naturaleza. Es un concepto que refiere al suplemento (lo fálico, lo que sobresale), y que esa búsqueda de completar con el otro es tradicionalmente heteronormativa, entonces la contrasexualidad no identifica a los órganos sexuales como únicos responsables del placer sino la sexualidad de todo el cuerpo, porque la naturaleza humana no es sino un efecto de la negociación permanente de las fronteras entre lo humano y lo animal, entre el cuerpo y la máquina y entre el órgano y el plástico
Toda esta nueva estética de los piércings en los lugares más sospechados… responde a todo esto, porque las fronteras de las zonas tradicionalmente sexuales o placenteras se han desdibujado, y de lo que se trata es de poner fin al cuerpo tradicionalmente comprendido, y además la contrasexualidad cacharrea en el estudio de las relaciones entre el sexo, el género y los aparatos-tecnologías sexuales, es decir, la relación placentera que se establece entre el cuerpo y la máquina.

Los hombres y las mujeres son construcciones binarias del sistema heterosexual de reproducción y reproducción y que autoriza el sometimiento de las mujeres como fuerza de trabajo sexual y como medio de reproducción; esta explotación es estructural y obliga a reducir la superficie erótica a los órganos sexuales reproductivos y a privilegiar el pene como único aparato de producción impulso-sexual, es decir que ya lo del pene y la vagina está superado.

La contrasexualidad recoge y eleva los fallos del sistema estructural heterosexuado (lo que tradicionalmente se había distinguido como maricas, hermafroditas, locas, bollos, histéricas, salidas, frígidas…) a una nueva amplitud, nuevo marco: Teología Queer: aquellas personas que sientan que no quieren pertenecer ni a heterosexual ni a homosexual… y que se sientan desviados o perversos, allí son bien acogidos.

Teología Queer: origen de pureza y razón, nueva voz política.

Las elaboraciones de las teorías Queer, esa especie de bolsa donde todo vale, lo raro, lo abyecto, lo perverso tiene acogida y que es la nueva voz de la razón y de la política, ponen de manifiesto que las expresiones aparentemente descriptivas (por ejemplo en el paritorio o ecografía: “es un niño”, “es una niña”) no son más que un lenguaje performativo y que está cargado de poder histórico y hegemónico, con lo cual lo realmente masculino o femenino no existe, porque todo es una referencia constante al Dildo.

También proponen un espacio de transformación plástica donde se den las posibilidades de una deriva radical con relación al sexo y el género dominante, se propone la utilización de dildos, la erotización del ano y el establecimiento de relaciones sadomasoquistas como fases necesarias para la mutación posthumana del sexo, es una arquitectura sexual política.

La práctica del FISTFUCKING (penetración del ano con un puño), es solo un ejemplo de la nueva tecnología sexual, y se considera que son “trabajadores del ano” y son los nuevos proletarios -que tienen que revelarse- de la nueva revolución contrasexual.

Así como en el lenguaje el término neutro es la @, (compañer@s, amig@s...), el neutro en lo sexual es el ANO, es el espacio erógeno a potenciar, es el espacio neutro para todos los “cuerpos hablantes” y presenta 3 características, según los ideólogos Queer, por supuesto:
  • Es el centro erógeno universal, situado más allá de los límites anatómicos impuestos por la diferenciación sexual donde los roles son reversibles
  • Es una zona de pasividad privilegiada, pasividad como resistencia sexual, ya que la penetración es algo activo y violento. Es un centro de excitación y placer que no figuraba tradicionalmente en los puntos anatómicos placenteros.
  • Constituye un espacio de trabajo tecnológico, es una fábrica de reelavoración del cuerpo.

La contrasexualidad se centra en el “trabajo del ano” ya que no apunta ni a la reproducción ni al nexo romántico (que puede darse con el dildo y la vagina).

“Por el ano, el sistema tradicional de la representación sexo/género, se caga” (Betariz Preciado)

Principios de las políticas contrasexuales. (Manifiesto contrasexual – Beatriz Preciado)
  • La sociedad contrasexual demanda que se borren las demonimaciones masculina y femenina correspondientes a las categorías biológicas del carné de identidad, de todos los formatos administrativos y legales de carácter estatal. Deben ser reistros abiertos para la libre opción de cambio de los cuerpos hablantes.
  • Para evitar la reapropiación de los cuerpos en el sistema binario como masculino y femenino, cada cuerpo llevará un nuevo nombre que escape a las marcas de género, se cual fuera la lengua. En primer término, para desestabilizar al sistema, el nombre debe de ser opuesto al presentado por lo biológico (ej: Carolino, Ricarda…) y  se tienen que ir utilizando alternativamente nombres masculinos y femeninos a lo largo de la vida.
  • Tras la abolición del sistema de reproducción heterocentrada (ya dan por centrada la abolición del sistema de reproducción, con el ano en el centro), la sociedad contrasexual impone abolición del contrato matrimonial y todos los sucedáneos liberales como el contrato de parejas de hecho o “pacs de 2” avaladas por el estado, ningún contrato sexual tendrá como testigo al estado.
  • La abolición de los privilegios sociales y económicos derivados de la condición masculina o femenina.
  • La abolición de sistemas de transmisión y el legado de privilegios patrimoniales y económicos adquiridos por los cuerpos hablantes en el marco de un sistema heterocentrado (eso de dejar la herencia a los hijos hay que abolirlo porque es heterocentrado, hay que darlo a la tribu).
  • Universalización de las prácticas estigmatizadas como abyectas en el marco heterocentrado y elevarlo a la arquitectura que hay que construir sexual y social, con lo cual será necesario poner en marcha “equipos de investigación contrasexuales” de manera que puedan enseñar y proponer nuevas formas de sensibilidad y afecto (en universidades, centros de enseñanza, películas, series, programas, canciones, nuevos líderes).
a.      Resexualizar el ano como centro contrasexual universal.
b.  Difundir, distribuir y poner en circulación los nuevos códigos díldicos, el primer periodo es el establecimiento masivo de otras maneras para el placer, por ejemplo: dildos en los dedos, vibradores, el uso de pepinos, zanahorias, brazos, piernas… enseñárselo desde pequeños a los niños.
c. Parodiar y simular nuevas formas orgásmicas no relacionadas con el romanticismo, pudiendo desvelar los beneficios de la violencia y el dolor dentro de los cuerpos hablantes (ej: 50 sombras de grey).
  • Toda relación contra-sexual será el resultado de un contrato consensual firmado por todos los participantes. Las relaciones sexuales sin contrato (privado) serán consideradas como violaciones. Se pedirá a todo cuerpo parlante que explicite las ficciones naturalizantes (matrimonio, pareja, romanticismo, prostitución, celos...) que fundamentan sus prácticas sexuales.
  • La relación contrasexual será válida y efectiva por un periodo de tiempo limitado (contrato temporal), nunca debe suponer la totalidad de la vida de un cuerpo hablante, se requiere la reversibilidad y los cambios de roles para no desembocar en relaciones de poder asimétricas (no, lo que no quieren es que desemboque en relaciones de efecto-amor, porque ellos lo reducen todo a placer-saber).
  • La sociedad contra-sexual declara y exige la separación absoluta de las actividades sexuales y de las actividades de reproducción. Ningún contrato contra-sexual conducirá al acto de reproducción. La reproducción será libremente elegida por cuerpos susceptibles de embarazo o por cuerpos susceptibles de donar esperma (por necesidades económicas: vientres de alquiler…).Ninguno de esos actos reproductivos establecerá un lazo de filiación parental «natural» entre los cuerpos reproductores y el cuerpo recién nacido. Todo cuerpo recién nacido tendrá derecho a una educación contra-sexual. Los métodos de contracepción y prevención de enfermedades se distribuirán por todas partes, siendo obligatorios para todo cuerpo parlante en edad de participar en la reproducción. El establecimiento de unidades sexuales de investigación sobre la prevención de enfermedades, así como la distribución gratuita y universal de los medios de prevención son las condiciones necesarias para crear y desarrollar un sistema contra-sexual de producción y reproducción. (osea, tienes un hijo y no es tuyo, es de la tribu).
  • La contra-sexualidad denuncia las actuales políticas psiquiátricas, médicas y jurídicas, así como los procedimientos administrativos relativos al cambio de sexo. La contra-sexualidad denuncia la prohibición de cambiar de género (y nombre), así como la obligación de que todo cambio de género deba estar acompañado de un cambio de sexo (hormonal o quirúrgico). La contra-sexualidad denuncia el control de las prácticas transexuales por las instituciones públicas y privadas de carácter estatal heteronormativo que imponen el cambio de sexo de acuerdo con modelos anatómico-políticos fijos de masculinidad y feminidad. No hay razón política que justifique que el Estado deba ser garante de un cambio de sexo y no de una cirugía estética de nariz, por ejemplo. En la sociedad contra-sexual, las operaciones de cambio de sexo constituirán una especie de cirugía de utilidad pública, impuesta o elegida. Estas operaciones nunca servirán para que los cuerpos puedan remitir de nuevo a la idea de una coherencia masculina o femenina. La contra-sexualidad pretende ser una tecnología de producción de cuerpos no heterocentrados. Los equipos de investigación en tecnología contra-sexual estudian y promueven, entre otras, las siguientes  intervenciones:
a. exploración virtual de los cambios de género y de sexo gracias a distintas formas de travestismo: cross-dressing, internet-drag, identidad ciber, etc.
b.  producción in-vitro de un ciber-clítoris para implantar en distintas partes del cuerpo.
c.  transformación de diferentes órganos del cuerpo en dildo-injertos.

  • La relación contrasexual será válida y efectiva por un periodo de tiempo limitado (contrato temporal), nunca debe suponer la totalidad de la vida de un cuerpo hablante, se requiere la reversibilidad y los cambios de roles para no desembocar en relaciones de poder asimétricas (no, lo que no quieren es que desemboque en relaciones de efecto-amor, porque ellos lo reducen todo a placer-saber).
  • La contra-sexualidad reivindica la comprensión del sexo y del género como cibertecnologías complejas del cuerpo. La contra-sexualidad, apela a una queerización urgente de la «naturaleza». Considerar las sustancias llamadas «naturales» (testosterona, estrógeno, progesterona), como drogas político-sociales cuyo acceso no debe ser custodiado por las instituciones estatales heteronormativas. La sofisticación de las tecnologías que permitan modificar los órganos (faloplastia, vaginoplastia...) y las prácticas sexuales.
  • El control y la regulación del tiempo son cruciales para la concepción y la mejora de las prácticas contra-sexuales. La sociedad contra-sexual decreta que las actividades contra-sexuales se considerarán como un trabajo social que, al mismo tiempo, será un derecho y una obligación para cualquier cuerpo (o sujeto parlante), y que estas actividades se practicarán regularmente un cierto número de horas al día (a determinar según el contexto). (la castidad y la virginidad serán castigadas).
  • La sociedad contra-sexual demanda la abolición de la familia nuclear como célula de producción, de reproducción y de consumo (como si las  nuevas relaciones díldicas y anales no tuvieran consumo???). La práctica de la sexualidad en parejas (es decir, en agrupaciones discretas de individuos de distinto sexo superiores a uno e inferiores a tres) está condicionada por los fines reproductivos y económicos del sistema heterocentrado. La subversión de la normalización sexual, cualitativa (hetero) y cuantitativa (dos) de las relaciones corporales se pondrá en marcha, sistemáticamente, gracias a las prácticas de inversión contra-sexuales, a las prácticas individuales y a las prácticas de grupo que se enseñarán y promoverán mediante la distribución gratuita de imágenes y textos contra-sexuales.
  • La sociedad contra-sexual establecerá los principios de una arquitectura contra-sexual. La concepción y la creación de espacios contra-sexuales estarán basadas en la deconstrucción y en una re-negociación de la frontera entre la esfera pública y la esfera privada. Esta tarea implica deconstruir la casa como espacio privado de producción y de reproducción heterocentrada. (por eso ahora puedes hacer sexo en la playa, en el parque, en el probador… y si no lo vemos como normal seremos perseguidos por heterocentristasnormativos).
  • La sociedad contra-sexual promueve la modificación de las instituciones educativas tradicionales y el desarrollo de una pedagogía contra-sexual high-tech con el fin de maximizar las superficies eróticas, de diversificar y mejorar las prácticas contra-sexuales. La sociedad contra-sexual favorece el desarrollo del saber-placer y de las tecnologías dirigidas a una transformación radical de los cuerpos y a una interrupción de la historia de la humanidad como naturalización de la opresión (naturalización de la clase, la raza, el sexo, el género, la especie, etc.).
  • La sociedad contra-sexual demanda la consideración de todo acto de sexualidad potencialmente como un trabajo y, por tanto, el reconocimiento de la prostitución como una forma legítima de trabajo sexual. La prostitución solo podrá ejercerse entrando en un contrato libre y consensual en que una de las partes se define como comprador de trabajo sexual y la otra como vendedor de ciertos servicios sexuales. Todas los trabajadores y trabajadoras sexuales tendrán derecho al trabajo libre e igualitario, sin coacción ni explotación, y deberán beneficiarse de todos los privilegios legales, médicos y económicos de cualquier asalariado del mismo territorio. La contra-sexualidad busca generar una contra-producción de placer y de saber. Por esta razón, la publicación de imágenes Y de textos contra-sexuales se considerarán como artes y disciplinas. Se prevé la formación de centros universitarios destinados al aprendizaje de las diferentes disciplinas contra-sexuales. En el marco de la sociedad contra-sexual, los cuerpos parlantes se llamarán "postcuerpos" o wittigs




Carta íntegra de los obispos de Getafe y Alcalá de Henares contra la Ley de Transexualidad



Carta íntegra de los obispos de Getafe y Alcalá de Henares contra la Ley de Transexualidad
http://www.elmundo.es/madrid/2016/03/23/56f28c4e268e3e2a738b466a.html
Reflexiones pastorales sobre la 'Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y No Discriminación de la Comunidad Autónoma de Madrid'

La emergencia cívica de los católicos
...queremos, con todo el respeto hacia los que han promovido esta ley y sus posibles destinatarios, manifestar públicamente las siguientes consideraciones dirigidas a los fieles católicos de nuestras respectivas diócesis, sin menoscabo de otras profundizaciones posteriores.
Aunque nuestras reflexiones quieren brotar de las enseñanzas de los últimos papas y de otros documentos eclesiales, entendemos que tienen su fundamento en lo que Cicerón llamó "la recta razón, una ley verdadera, conforme a la naturaleza, extendida a todos" (De republica, 3, 22, 33). Esta ley natural, en efecto, presente en el corazón de todo hombre y establecida por la razón, expresa la dignidad de la persona y determina la base de sus derechos y deberes fundamentales. Si consideramos injusta la ley que comentamos a continuación es precisamente porque niega lo que la recta razón conoce sobre el ser humano y olvida que «el hombre no es solamente una libertad que él se crea por sí solo. El hombre no se crea a sí mismo. Es espíritu y voluntad, pero también naturaleza» (Benedicto XVI, Discurso al Deutscher Bundestag, Berlín, 22 septiembre 2011). Difícilmente se podrá defender el derecho de personas que se consideran discriminadas cuando esa defensa se funda en una comprensión equivocada del ser humano.

1. LA IDENTIDAD DE GÉNERO
En el Artículo 4 de la mencionada ley, titulado Reconocimiento del derecho a la identidad de género libremente manifestada, leemos lo siguiente: «Toda persona tiene derecho a construir para sí una autodefinición con respecto a su cuerpo, sexo, género y su orientación sexual. La orientación, sexualidad e identidad de género que cada persona defina para sí es esencial para su personalidad y constituye uno de los aspectos fundamentales de su dignidad y libertad».

Este "supuesto derecho" es una expresión ideológica del legislador que choca frontalmente con la antropología cristiana que ha dado sustento y soporte a lo que se ha venido en llamar civilización cristiana u occidental. Como bien nos recordaba Benedicto XVI en su Carta Encíclica Charitas in veritate, «hoy es preciso afirmar que la cuestión social se ha convertido radicalmente en una cuestión antropológica» (n. 75).
Según la antropología cristiana, la persona es creada en la unidad cuerpo-espíritu. El cuerpo no es un simple dato que pueda "ser construido", no es una prótesis del yo, sino que es la visibilización de la persona. Es como un sacramento de la persona. Tratar el cuerpo como pura materia que pueda "ser construida" por la libertad no responde a la experiencia humana.

Esta postura supone un dualismo antropológico que separa ideológicamente el cuerpo del espíritu o cae en un monismo de carácter materialista que no hace justicia a la especificidad del ser humano.

2. LA DIFERENCIA SEXUAL

Por otra parte, la diferencia sexual varón-mujer es otro principio de la antropología adecuada que, derivando de la teología de la creación, está profundamente enraizado también en la experiencia humana. El varón y la mujer son iguales en su dignidad de personas. Por eso, la diferencia sexual no se puede traducir como desigualdad. Todo lo contrario. La diferencia sexual es riqueza de humanidad y responde a la vocación al amor, a la reciprocidad mutua. La diferencia sexual es llamada a la unión amorosa, a la complementariedad y a la procreación como fruto de la colaboración con Dios en el acto conyugal propio del matrimonio.

La herida del pecado original (Cf. Charitas in veritate, 34) y de los propios pecados, de la que deriva la concupiscencia, se manifiesta en la relación distorsionada de los dinamismos físicos, psíquicos y espirituales de la propia persona. Por eso otro de los principios de la antropología cristiana es la necesidad de la redención del cuerpo o del corazón. Este dato, desconocido por la cultura dominante secularizada, provoca la no comprensión plena de la persona. La Iglesia Católica sabe por la Revelación y la propia experiencia acumulada en la Tradición que, además de afirmar la unidad en el ser (unión substancial cuerpo-espíritu), es necesario alcanzar la unidad en el obrar (la integración en el acto libre de los dinamismos físicos-psíquicos-espirituales del obrar humano).

3. ECOLOGÍA HUMANA

En este mismo sentido, el Papa Francisco, refiriéndose a la auténtica ecología integral, dice: «La aceptación del propio cuerpo como don de Dios es necesaria para acoger y aceptar el mundo entero como regalo del Padre y casa común, mientras una lógica de dominio sobre el propio cuerpo se transforma en una lógica a veces sutil de dominio sobre la creación. Aprender a recibir el propio cuerpo, a cuidarlo y a respetar sus significados, es esencial para una verdadera ecología humana. También la valoración del propio cuerpo en su femineidad o masculinidad es necesaria para reconocerse a sí mismo en el encuentro con el diferente. De este modo es posible aceptar gozosamente el don específico del otro o de la otra, obra del Dios creador, y enriquecerse recíprocamente. Por lo tanto, no es sana una actitud que pretenda "cancelar la diferencia sexual porque ya no sabe confrontarse con la misma"». (Encíclica Laudato Si', n. 155).

4. EL CONCEPTO DE LIBERTAD

El concepto de libertad que maneja el legislador cuando se refiere a la "identidad de género libremente manifestada" (Art. 4) es también un concepto ideológico que tampoco responde a la experiencia humana. Se trata de un concepto individualista de la libertad desvinculado del ser de la persona y de su naturaleza específica: la persona es un ser creado por la infinita sabiduría de Dios y la libertad está enraizada en el propio ser "dado". Nadie se crea a sí mismo, sino que recibe el ser. La libertad no crea el ser, sino que es el camino para su perfección. Esto es lo que llamamos el bien de la persona según la propia naturaleza.

El concepto de libertad presente en esta ley aboca a un pensamiento totalitario: la absolutización de la voluntad que pretende ser la única creadora de la propia persona y la absolutización de la técnica transformada también en un poder prometeico e ideológico. Como nos recordaba Benedicto XVI, «sabemos que somos un don y no el resultado de una autogeneración. Nuestra libertad está originariamente caracterizada por nuestro ser, con sus propias limitaciones. Ninguno da forma a la propia conciencia de manera arbitraria (...) El desarrollo de la persona se degrada cuando ésta pretende ser la única creadora de sí misma» (Charitas in vetitate, 68).

5. CIENCIA Y TÉCNICA CON CONCIENCIA

Del mismo modo nos advertía Benedicto XVI de la pretensión prometeica de la técnica cuando no va unida a las normas fundamentales de la ley natural que Dios ha inscrito en nuestro corazón: «Por eso, la técnica tiene un rostro ambiguo. Nacida de la creatividad humana como instrumento de la libertad de la persona, puede entenderse como elemento de una libertad absoluta, que desea prescindir de los límites inherentes a las cosas. (...) La clave del desarrollo está en una inteligencia capaz de entender la técnica y de captar el significado plenamente humano del quehacer del hombre, según el horizonte de sentido de la persona considerada en la globalidad de su ser. (...) La técnica atrae fuertemente al hombre, porque lo rescata de las limitaciones físicas y le amplía el horizonte. Pero la libertad humana es ella misma sólo cuando responde a esta atracción de la técnica con decisiones que son fruto de la responsabilidad moral. De ahí la necesidad apremiante de una formación para un uso ético y responsable de la técnica. Conscientes de esta atracción de la técnica sobre el ser humano, se debe recuperar el verdadero sentido de la libertad, que no consiste en la seducción de una autonomía total, sino en la respuesta a la llamada del ser, comenzando por nuestro propio ser» (Charitas in vetitate, 70).

Cuando las premisas son falsas, la lógica lleva irremediablemente al absurdo. La ley que ha permitido la redefinición del matrimonio abrió la puerta a que cualquier combinación afectiva pueda terminar, con el tiempo, siendo reconocida como matrimonio. Lo mismo va a suceder con estas leyes: con el tiempo se podrá exigir el presunto derecho a cualquier modificación corporal "a la carta", por arbitraria que sea.

6. LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO Y SUS DERIVADOS

En los presupuestos que justifican esta ley, el legislador se muestra heredero de la ideología de género que, con pretensiones científicas, supone un rechazo total de la teología de la creación y de la redención. En la base de esta ideología está la diferencia pretendida entre sexo y género, de tal manera que el primero es considerado pura biología y el otro, un "constructo cultural y social". Inspirada en la filosofía constructivista, la ideología de género pretende la "deconstrucción" del género asignado por la cultura y la sociedad. El resto, la biología del cuerpo humano, es confiada a la libertad individual creadora y a la técnica. Por eso, la ley habla del «derecho a construir para sí una autodefinición con respecto a su cuerpo, sexo, género y su orientación sexual» (Art. 4).

Nunca en la historia de la civilización humana se había puesto de manifiesto esta pretensión. De ahí la gravedad de lo que se nos propone de manera ideológica. Para comprender bien esta pretensión es necesario remontarnos a los llamados maestros de la sospecha (Nietzsche, Marx y Freud), comprender la llamada revolución sexual en sus diferentes entradas y lo que ha supuesto la dictadura del relativismo. En el fondo, se trata de un proceso de deconstrucción de la civilización cristiana y de la entronización del relativismo cultural. Lo nuevo que ya despunta en esta ley es un cóctel o mezcla del marxismo freudiano y del liberalismo individualista que nos quiere conducir, en definitiva, a lo que recientemente se ha venido en llamar tecno-nihilismo. Se trata de la sumisión de las personas por un poder totalitario que, en nombre de la libertad, pretende abolir cualquier norma moral que impida el imperio de la libertad absoluta de la técnica.

7. NIHILISMO POSTHUMANO

Todo es permitido a la libertad individual y todo se hace posible por la técnica, también aplicada al cuerpo humano. Esto que parece una profecía de la tierra prometida, o la tierra de la libertad, no es más que el sometimiento voluntario a un poder que se pretende omnímodo. Es el imperio de la técnica promovido por quienes detentan el poder global mediante el Gran Dinero. El precio a pagar es renunciar a toda verdad sobre el ser humano. Ya no se trata sólo del relativismo, es la entronización del nihilismo. Con estos presupuestos, uno puede definir su orientación sexual, prescindiendo del lenguaje del cuerpo. Es más, puede construir y definir su cuerpo con la ayuda de la técnica. El horizonte final es el posthumanismo o transhumanismo. Con ello llegamos a la tentación primordial, a la tentación del paraíso: «Seréis como Dios» (Gn 3, 5).

8. TODO ESTÁ RELACIONADO

A tenor de lo que venimos diciendo, sería un error metodológico considerar el contenido de esta ley como algo separado del proyecto de ingeniería social que se viene propiciando en España y globalmente. Este apartado de la así llamada transexualidad ha de ser 
contemplado en el contexto más amplio de un proyecto global planificado, científica y sistemáticamente, contra el orden de la creación y de la redención. Como afirma el Papa Benedicto XVI, «el libro de la naturaleza es uno e indivisible»; el Papa Francisco desarrolla el mismo concepto en Laudato Si' con la expresión «ecología integral»; lo mismo hizo el Papa San Juan Pablo II al hablar de la "ecología humana" en Centesimus annus (nn. 37-39). Sin embargo, todos tendemos a mirar la realidad atomizadamente -y así se procura que suceda desde el poder-, como si unas cosas no tuvieran relación con otras, como si todo fuera casual, como si el mal no estuviese organizado. Para ello conviene contemplar en su conjunto las distintas piezas del puzle: Injusticia social (con la síntesis del marxismo y el liberalismo), ecología idolátrica y fragmentada, anticoncepción, esterilización, aborto, "amor romántico", divorcio, "amor libre", técnicas de reproducción asistida, 'pornificación' de las relaciones personales y de la cultura, sexualidad sin verdad, usurpación deliberada de la filiación natural de los niños, manipulación hormonal/amputación y extirpación de órganos sanos/reasignación de la identidad personal, eutanasia y suicidio asistido, manipulación de embriones, "poliamor", realidad virtual sustitutiva, etc., son sólo una parte de los escalones, programados, científica y sistemáticamente, en orden a la deconstrucción de la "identidad-misión", querida por Dios para el ser humano: en su unidad sustancial cuerpo-espíritu, en la diferencia varón-mujer, en la llamada a la comunión con el prójimo y en la vocación a adorar y amar, sobre todas las cosas, a la Santísima Trinidad.

9. DERIVACIÓN EN EL CAMPO EDUCATIVO Y SANITARIO

No es éste el momento para analizar los aspectos concretos referidos a la así llamada transexualidad o la llamada «disforia de género». Lo dejamos para poder profundizarlo en otro momento. Nuestra pretensión ahora es simplemente destacar el carácter ideológico de esta ley y llamar la atención sobre su gravedad y carácter injusto.
Como era de suponer, este pensamiento ideológico y totalitario se introduce en el campo educativo y sanitario. Como ya indicamos en otro momento, el vehículo en el campo de la educación son los Estándares de Educación Sexual para Europa promovidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que afecta a los niños desde la escuela infantil hasta el bachillerato. Es el modo institucional de introducir la ideología de género en las escuelas e institutos más allá de la voluntad de los padres. Con esta ley, además, se concede a los niños la capacidad legal de definir su orientación sexual y las consecuencias que se deriven más allá, insistimos, de la voluntad de los padres.
Lo mismo cabe decir en el campo de la sanidad, en el que se prevén varias iniciativas referidas a los niños, adolescentes, jóvenes y adultos. También concierne al personal sanitario, que deberá ser preparado de modo específico para resolver los deseos de quienes soliciten la intervención médica. A este respecto recordamos el siguiente texto del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios: «No se puede violar la integridad física de una persona para el tratamiento de un mal de origen psíquico o espiritual. En estas circunstancias no se presentan órganos enfermos o funcionando mal; así que su manipulación medicoquirúrgica es una alteración arbitraria de la integridad física de la persona. No es lícito sacrificar al todo, mutilándolo, modificándolo o extirpándole una parte que no se relaciona patológicamente con el todo. Es por esto que no se puede correctamente asumir el principio de totalidad como criterio de legitimación de la esterilización antiprocreativa, del aborto terapéutico y la medicina y cirugía transexual». (Carta de los Agentes Sanitarios, en español n. 66 y nota 148).

10. DERECHO DE LOS NIÑOS Y DE LOS PADRES

Dejamos otros aspectos referidos a la vida social, laboral, ocio, deporte, etc. Sabiendo, además, que la primera obligación es el respeto exquisito a todas las personas, cabe destacar que desde el punto de vista objetivo esta ley trastoca los derechos del niño, retuerce el concepto de naturaleza humana y deja a criterio del legislador la autoridad de los padres y su responsabilidad en la tutela de los hijos. Nunca las leyes se habían introducido de esta manera, invadiendo el derecho original y esencial de los padres a educar a sus hijos. El derecho primario a educar corresponde a los padres por haber dado la vida a sus hijos. No aplicar aquí el principio de subsidiariedad es caminar hacia un poder totalitario del Estado y de la administración que no hace justicia a la realidad de las cosas y, en este caso, al carácter soberano de la familia (Cf. Gratissimam sane - Carta a las Familias de San Juan Pablo II, 17).

11. LIBERTAD RELIGIOSA

Un último aspecto a considerar respecto a esta ley es su intromisión en lo que afecta a la libertad de conciencia y a la libertad religiosa, bien entendidas a la luz de la Palabra de Dios. Con las sanciones de carácter administrativo y económico presentes en esta ley se da otra vuelta de tuerca para amordazar a los que piensen diferente y a los que quieran libremente expresar sus convicciones nacidas de una conciencia moral rectamente formada y de la necesidad de dar testimonio de las verdades que nacen de la fe y de la religión. El paso que se da en esta ley no es un paso en la buena dirección para la libertad religiosa, y presagia otros horizontes más oscuros. Simplemente conviene aquí recordar que una sociedad crece de manera sana cuando se respeta la libertad religiosa. Ésta es como un termómetro que verifica la salud social y el cuidado de la justicia y el bien común. La ««Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y No Discriminación de la Comunidad de Madrid» es una ley sustancialmente inicua que regula graves atentados contra el quinto mandamiento de la Ley de Dios, y, en su caso, los facilita respecto al sexto y noveno mandamientos. Se trata, en su esencia, de una ley injusta y, por tanto, a nadie obliga en conciencia.

12. EMERGENCIA CÍVICA DE LOS CATÓLICOS

En este contexto en el que nos movemos actualmente en España, y con lo que supone esta ley en la Comunidad Autónoma de Madrid, sentimos la urgencia de apelar a una «emergencia cívica de los católicos». Mirar hacia otro lado o juzgar de manera indiferente el proyecto de ingeniería social que estamos sufriendo en el ámbito personal, familiar, social y político, sería pecar de omisión. A los católicos nos avala la experiencia de que, unida a los propios errores, la fe cristiana ha dado los mejores frutos de civilización y ha contribuido a crear los ámbitos apropiados para el desarrollo del conocimiento y para la creación de los mejores espacios de justicia y de libertad.
Como en otras ocasiones, los católicos, además de nuestro testimonio, hemos de emerger y hacernos presentes en todos los ámbitos de la vida social. Para ello os animamos a profundizar en la formación humana y cristiana y, de manera especial, os urgimos al conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia. En nuestra preocupación pastoral está el cuidado de todas las familias, el afán de contribuir al bien común favoreciendo el liderazgo de los católicos también en el ámbito político. Con todo ello queremos seguir las huellas de Jesucristo en el amor a todas las personas, particularmente a los empobrecidos y necesitados. En nuestro carné de identidad también va incluido el amor y respeto a los que nos odian o pretenden considerarnos enemigos. Así nos lo ha enseñado el Señor y así queremos continuar sembrando nuestra tierra con las semillas del Evangelio.
Conclusión
A los afectados por esta ley, y a cuantos necesitan de la maternidad de la Iglesia, les ofrecemos el calor de nuestras parroquias, comunidades y el ejercicio de la caridad a través de Cáritas y de las distintas instituciones educativas y caritativas de nuestras diócesis. En particular os animamos, ante cualquier duda, problema o situación creada en lo que corresponde a la problemática en torno a la llamada transexualidad, o a otros aspectos que surjan en la vida familiar, a acudir a los Centros de Orientación Familiar de nuestras diócesis. Ellos son en nuestras Iglesias particulares como hospitales de campaña, según la expresión del Papa Francisco, o como auténticos espacios de solidaridad y acompañamiento.
Embarcados en la Semana Santa en la que contemplaremos el significado auténtico del amor en la Pasión de Cristo, os invitamos a vivir estos días con gran recogimiento y religiosidad. Unidos a toda la Iglesia volveremos a celebrar en la Vigilia Pascual el triunfo de la vida sobre la muerte. Con el canto del ¡Aleluya! testimoniaremos ante el mundo la victoria del Resucitado.
Unidos a la Virgen María, os deseamos a todos una ¡Feliz Pascua de Resurrección!
Juan Antonio Reig Pla, Obispo Complutense
Joaquín Mª López de Andújar y Cánovas del Castillo, Obispo de Getafe
José Rico Pavés, Obispo Titular de Mentesa y Auxiliar de Getafe
21 de marzo de 2016

ConferenciaEpiscopalEspañola - Apartado 4: Más allá de la ideología de Género (Queer, Cyborg, transhumanismo)


“La verdad del amor humano. Orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar”
Apartado 4: "La disolución de la imagen del hombre" sobretodo 4.a y 4.b
http://www.conferenciaepiscopal.es/la-verdad-del-amor-humano-orientaciones-sobre-el-amor-conyugal-la-ideologia-de-genero-y-la-legislacion-familiar/

De 2 corrientes, aparentemente contrapuestas, vienen las propuestas que distorsionan la consideración del hombre hecho «a imagen de Dios» y, derivadamente, las imágenes del matrimonio y de la familia. Una y otra parten de un mismo principio: una injusta valoración de la corporalidad.

El espiritualismo: el papel que la sexualidad desempeña en ese amor comprometería la trascendencia y la gratuidad de las formas más elevadas de amor. Se piensa, sobre todo, que sería inapropiado asociarlo al amor divino. El ágape, fruto de la gracia, fundado en la fe y caracterizado por la oblación, no tendría nada que ver con el eros, relacionado con el cuerpo, proveniente del deseo de posesión y orientado a la autoafirmación. La contraposición entre eros y ágape recomendaría una reserva de principio a la propuesta de hacer del amor entre hombre y mujer el arquetipo de cualquier tipo de amor. La corporeidad se ve como un obstáculo para el amor espiritual.
El materialismo: subyacente también en las teorías contemporáneas de “género”. Estas pretenden desvincular la sexualidad de las determinaciones naturales del cuerpo, hasta el punto de disolver el significado objetivo de la diferencia sexual entre hombre y mujer. El cuerpo queda reducido a materia manipulable para obtener cualquier forma de placer

Detrás de estas corrientes hay un mismo denominador: una concepción antropológica dualista.

A ello se asocia un individualismo que, precisamente porque rechaza reconocer los significados intrínsecos del cuerpo, no capta el valor del lenguaje de la corporalidad en las relaciones humanas.
Cuando se debilita o se oscurece la imagen del ser humano, se oscurece también la imagen del matrimonio y de la familia. Se llega, incluso, a considerar esas instituciones como ataduras que coartan la espontaneidad de la vocación al amor. No es difícil constatar cómo la banalización de la sexualidad conduce a una percepción, al menos parcial y fragmentada, de la realidad del matrimonio y de la familia. Una perspectiva desde la que resulta poco menos que imposible percibir toda su belleza.

Detrás de esa visión obscurecida y fragmentada parece existir el influjo de algunos mensajes ideológicos y propuestas culturales, entre cuyos objetivos está, sobre todo, proponer la absolutización subjetivista de una libertad que, desvinculada de la verdad, termina por hacer de las emociones parciales la norma del bien y de la moralidad.

Es en la actualidad cuando se ha llegado a plantear la más radical de las separaciones, aquella que disocia radicalmente sexualidad y amor; de manera particular a la propuesta de la llamada “ideología de género”.

A)  LA “IDEOLOGÍA DE GÉNERO”

Los antecedentes de esta ideología hay que buscarlos en el feminismo radical y en los primeros grupos organizados a favor de una cultura en la que prima la despersonalización absoluta de la sexualidad.

Este primer germen cobró cuerpo con la interpretación sociológica de la sexualidad llevada a cabo por el informe Kinsey, en los años cincuenta del siglo pasado.

Después, a partir de los años sesenta, alentado por el influjo de un cierto marxismo que interpreta la relación entre hombre y mujer en forma de lucha de clases, se ha extendido ampliamente en ciertos ámbitos culturales.

El proceso de “deconstrucción” de la persona, el matrimonio y la familia, ha venido después propiciado por filosofías inspiradas en el individualismo liberal, así como por el constructivismo y las corrientes freudo-marxistas.
  • Primero se postuló la práctica de la sexualidad sin la apertura al don de los hijos: la anticoncepción y el aborto.
  • Después, la práctica de la sexualidad sin matrimonio: el llamado “amor libre”.
  • Luego, la práctica de la sexualidad sin amor.
  • Más tarde la “producción” de hijos sin relación sexual: la llamada reproducción asistida (fecundación in vitro, etc.).
  • Por último, con el anticipo que significó la cultura unisex y la incorporación del pensamiento feminista radical, se separó la “sexualidad” de la persona: ya no habría varón y mujer; el sexo sería un dato anatómico sin relevancia antropológica. El cuerpo ya no hablaría de la persona, de la complementariedad sexual que expresa la vocación a la donación, de la vocación al amor. Cada cual podría elegir configurarse sexualmente como desee.

Así se ha llegado a configurar una ideología con un lenguaje propio y unos objetivos determinados, de los que no parece estar ausente la intención de imponer a la sociedad una visión de la sexualidad que, en aras de un pretendido “liberacionismo”, “desligue” a las personas de concepciones sobre el sexo, consideradas opresivas y de otros tiempos.

Descripción de la ideología de género
-        Conjunto sistemático de ideas, encerrado en sí mismo, que se presenta como teoría científica respecto del “sexo” y de la persona.
-        
        Idea fundamental derivada de un fuerte dualismo antropológico, es que el “sexo” sería un mero dato biológico: no configuraría en modo alguno la realidad de la persona. El “sexo”, la “diferencia sexual” carecería de significación en la realización de la vocación de la persona al amor. Lo que existiría –más allá del “sexo” biológico– serían “géneros” o roles que, en relación con su conducta sexual, dependerían de la libre elección del individuo en un contexto cultural determinado y dependiente de una determinada educación.

-          El marco de fondo: cultura “pansexualista”. Una sociedad moderna –se postula– ha de considerar bueno “usar el sexo” como un objeto más de consumo. Y si no cuenta con un valor personal, si la dimensión sexual del ser humano carece de una significación personal, nada impide caer en la valoración superficial de las conductas a partir de la mera utilidad o la simple satisfacción.

-          Así se termina en el permisivismo más radical y, en última instancia, en el nihilismo más absoluto.
-          Nocivas consecuencias de este vaciamiento de significado: una cultura que no genera vida y que vive la tendencia cada vez más acentuada de convertirse en una cultura de muerte.

“Género”, por tanto, es, según esta ideología un término cultural para indicar las diferencias socioculturales entre el varón y la mujer. Es necesario distinguir entre lo que es “dado” por la naturaleza biológica (el “sexo”) y lo que se debe a las construcciones culturales “hechas” según los roles o tareas que cada sociedad asigna a los sexos (el “género”).

-          Núcleo central de esta ideología: el “dogma” pseudocientífico según el cual el ser humano nace “sexualmente neutro”.

-          El género no tendría ninguna base biológica: sería una mera construcción cultural.La identidad sexual y los roles que las personas de uno y otro sexo desempeñan en la sociedad son productos culturales, sin base alguna en la naturaleza.Cada uno puede optar en cada una de las situaciones de su vida por el género que desee, independientemente de su corporeidad. En consecuencia, “hombre” y “masculino” podrían designar tanto un cuerpo masculino como femenino; y “mujer” y “femenino” podrían señalar tanto un cuerpo femenino como masculino. Entre otros “géneros” se distinguen: el masculino, el femenino, el homosexual masculino, el homosexual femenino, el bisexual, el transexual, etc.

-          Lo decisivo en la construcción de la personalidad sería que cada individuo pudiese elegir sobre su orientación sexual a partir de sus preferencias. Con esos planteamientos no puede extrañar que se “exija” que a cualquier “género sexual” se le reconozcan los mismos derechos. De no hacerlo así, sería discriminatorio y no respetuoso con su valor personal y social.

Difusión de la ideología de género

-          Manipulación del lenguaje. Se ha propagado un modo de hablar que enmascara algunas de las verdades básicas de las relaciones humanas.
o   Término “matrimonio”, cuya significación se ha querido ampliar hasta incluir bajo esa denominación algunas formas de unión que nada tienen que ver con la realidad matrimonial.
o   El empleo, de forma casi exclusiva, del término “pareja” cuando se habla del matrimonio;
o   la inclusión en el concepto de “familia” de distintos “modos de convivencia” más o menos estables, como si existiese una especie de “familia a la carta”;
o   el uso del vocablo “progenitores” en lugar de los de “padre” y “madre”;
o   la utilización de la expresión “violencia de género” y no la de “violencia doméstica” o “violencia en el entorno familiar”, expresiones más exactas, ya que de esa violencia también son víctimas los hijos.
o   Etc.

-          Ideología, introducida primero en los acuerdos internacionales sobre la población y la mujer, ha dado lugar después a recomendaciones por parte de los más altos organismos internacionales y de ámbito europeo que han inspirado algunas políticas de los Estados.

-          Como eco de esas recomendaciones, se han tomado algunas medidas legislativas a fin de “imponer” la terminología propia de esta ideología.

-          Se busca, sobre todo, impregnar de esa ideología el ámbito educativo. Objetivo: que la la sociedad vea como “normal” los postulados que se proclaman. Eso solo se conseguirá si se educa en ella, ya desde la infancia, a las jóvenes generaciones.

-          Evitar cualquier formación auténticamente moral sobre la sexualidad humana (que en este campo se excluya la educación en las virtudes, la responsabilidad de los padres y los valores espirituales, y que el mal moral se circunscriba exclusivamente a la violencia sexual de uno contra otro).

B) MÁS ALLÁ DE LA “IDEOLOGÍA DE GÉNERO” (QUEER, CYBORG, TRANSHUMANISMO)

La concepción constructivista del sexo, propia de la “ideología del género”, es asumida y prolongada por las teorías “queer” (raro). Sobre la base de que el “género” es “performativo” y se construye constantemente, proclaman que su identidad es variable, dependiendo de la voluntad del sujeto. Este presupuesto, que lleva necesariamente a la disolución de la identidad sexual y de género, conduce también a defender su transgresión permanente. Subvertir el orden establecido, convertir el “genero” en parodia –se afirma– es el camino para construir la nueva sexualidad, acabar con el sexo y establecer un nuevo orden a la medida de las transgresiones.

-          Para alcanzar ese propósito las teorías “queer” abogan por la destrucción de lo que denominan orden “heteronormativo”, se apoye o no en la corporalidad.

-          La idea sobre la sexualidad y los modos o prácticas sexuales no pueden en ningún caso estar sometidos a una normativa, que, por eso mismo, sería excluyente. Cuanto se refiere al sexo y al “género” pertenece exclusivamente a la voluntad variable y cambiante del sujeto.

No debe extrañar, por eso, que estas teorías conduzcan inevitablemente al aislamiento y enclaustramiento de la persona, se centren casi exclusivamente en la reivindicación de los derechos individuales y la transformación del modelo de sociedad recibido. Las prácticas sexuales transgresivas se ven, en consecuencia, como armas de poder político.

En esta misma línea se encuadra también la llamada teoría del “cyborg” (organismo cibernético, híbrido de máquina y organismo), entre cuyos objetivos está, como paso primero, la emancipación del cuerpo: cambiar el orden significante de la corporalidad, eliminar la naturaleza. Se trata de ir a una sociedad sin sexos y sin géneros, en la que el ideal del “nuevo” ser humano estaría representado por una hibridación que rompiera la estructura dual hombre–mujer, masculino–femenino.

-          Una sociedad, por tanto, sin reproducción sexual, sin paternidad y sin maternidad.

-          La sociedad así construida estaría confiada únicamente a la ciencia, la biomedicina, la biotecnología y la ingeniería genética. El origen y final del existir humano se debería solo a la acción de la ciencia y de la tecnología, las cuales permitirían lograr ese transhumanismo en el que quedaría superada su propia naturaleza (posthumanismo).

Debajo, como fundamento de esta deconstrucción del cuerpo, hay un pensamiento materialista y radical, en definitiva inhumano.

  • porque se niega la diferencia esencial entre el ser humano y el animal.
  • porque se niega esa misma diferencia entre los organismos animales-humanos y las máquinas.
  • porque tampoco se admite esa separación esencial entre lo físico y lo “no físico” o espacio cibernético virtual.
-          La dignidad de la persona se degrada hasta el punto de ser rebajada a la condición de cosa u objeto totalmente manipulable.

-          La corporalidad, no tendría significado antropológico alguno. Y por eso mismo carecería también de significado teológico.

-          La negación de la dimensión religiosa es el presupuesto necesario para poder construir el modelo de hombre y la construcción de la sociedad que se intentan.

No es arriesgado afirmar que esta teoría lleva a una idea inhumana del hombre, porque, arrastrada por su concepción del mundo, absolutamente materialista, laicista y radical, es incapaz de reconocer cualquier referencia a Dios.