Abstract


En la actualidad, la bioética es un campo prioritario y crucial en la lucha cultural entre el absolutismo de la técnica y la responsabilidad moral, y en el que está en juego la posibilidad de un desarrollo humano e integral. Éste es un ámbito muy delicado y decisivo, donde se plantea con toda su fuerza dramática la cuestión fundamental: si el hombre es un producto de sí mismo o si depende de Dios.

Los descubrimientos científicos en este campo y las posibilidades de una intervención técnica han crecido tanto que parecen imponer la elección entre estos dos tipos de razón: una razón abierta a la trascendencia o una razón encerrada en la inmanencia. (Cáritas in Veritate, n74)

Ante esta situación, el Papa Benedicto XVI, en el discurso a los participantes en la asamblea general de la Academia Pontificia para la Vida (13/02/2010) planteaba:
"Ante semejantes cuestiones, que afectan de manera tan decisiva a la vida humana en su perenne tensión entre inmanencia y trascendencia, y que tienen gran relevancia para la cultura de las futuras generaciones, es necesario hacer realidad un proyecto pedagógico integral que permita afrontar estas temáticas en una visión positiva, equilibrada y constructiva, sobre todo en la relación entre la fe y la razón."

Debemos hacernos conscientes de que estamos ante un enorme y dramático choque entre el bien y el mal, la muerte y la vida, la “cultura de la muerte” y la “cultura de la vida”. Estamos no sólo “ante”, sino necesariamente “en medio” de este conflicto: todos nos vemos implicados y obligados a participar, con la responsabilidad ineludible de elegir incondicionalmente a favor de la vida. Una aportación específica deben dar también las Universidades, particularmente las católicas, y los Centros, Institutos y Comités de bioética. (Evangelium Vitae n28, 131)

El misterio de la vida, y en especial de la vida humana, atrae cada vez más la atención de los estudiosos, impulsados por las extraordinarias posibilidades que el progreso de la ciencia y de la técnica brinda hoy a sus investigaciones. La nueva situación, a la vez que abre fascinantes perspectivas de intervención en los manantiales mismos de la vida, plantea asimismo múltiples e inéditas cuestiones de orden moral, que el hombre no puede descuidar sin correr el riesgo de dar pasos tal vez irreparables. Eso exige la formación adecuada en el campo de la moral y en el de la bioética para que quede de manifiesto que la ciencia y la técnica, puestas al servicio de la persona humana y de sus derechos fundamentales, contribuyen al bien integral del hombre y a la realización del proyecto divino de salvación. (Vitae Mysterium n1, 3)

Por esto, este curso pretende ser una “aportación específica” para dar luz sobre los temas más controvertidos de la bioética para que nuestros  docentes puedan tener una conciencia bien formada en cuanto a los temas de la bioética se refiere y puedan tener argumentos sólidos a la hora de educar a sus alumnos y que les permita afrontar estas temáticas con una visión positiva, equilibrada y constructiva, sobre todo en la relación entre la fe y la razón; propuestas cristianas, justificadas científicamente y razonadas éticamente, demostrando así que la “Cultura de la Vida” es la postura más respetuosa y avanzada frente a la humanidad doliente.


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