miércoles, 15 de mayo de 2019

CIC 355-384: El hombre: ser Personal


                                                

EL HOMBRE

355 "Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, hombre y mujer los creó" (Gn 1,27). El hombre ocupa un lugar único en la creación: "está hecho a imagen de Dios" (I); en su propia naturaleza une el mundo espiritual y el mundo material (II); es creado "hombre y mujer" (III); Dios lo estableció en la amistad con él (IV).

I "A IMAGEN DE DIOS"

356 De todas las criaturas visibles sólo el hombre es "CAPAZ DE CONOCER Y AMAR A SU CREADOR" (GS 12,3); es la "única criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma" (GS 24,3); SÓLO ÉL ESTÁ LLAMADO A PARTICIPAR, POR EL CONOCIMIENTO Y EL AMOR, EN LA VIDA DE DIOS. PARA ESTE FIN HA SIDO CREADO Y ÉSTA ES LA RAZÓN FUNDAMENTAL DE SU DIGNIDAD:

«¿Qué cosa, o quién, fue el motivo de que establecieras al hombre en semejante dignidad? Ciertamente, nada que no fuera el amor inextinguible con el que contemplaste a tu criatura en ti mismo y te dejaste cautivar de amor por ella; POR AMOR LO CREASTE, POR AMOR LE DISTE UN SER CAPAZ DE GUSTAR TU BIEN ETERNO» (Santa Catalina de Siena, Il dialogo della Divina providenza, 13).

GS 12: Creyentes y no creyentes están generalmente de acuerdo en este punto: todos los bienes de la tierra deben ordenarse en función del hombre, centro y cima de todos ellos. Pero, ¿qué es el hombre? Muchas son las opiniones que el hombre se ha dado y se da sobre sí mismo. Diversas e incluso contradictorias. Exaltándose a sí mismo como regla absoluta o hundiéndose hasta la desesperación. La duda y la ansiedad se siguen en consecuencia. La Iglesia siente profundamente estas dificultades, y, aleccionada por la Revelación divina, puede darles la respuesta que perfile la verdadera situación del hombre, dé explicación a sus enfermedades y permita conocer simultáneamente y con acierto la dignidad y la vocación propias del hombre. La Biblia nos enseña que el hombre HA SIDO CREADO "A IMAGEN DE DIOS", CON CAPACIDAD PARA CONOCER Y AMAR A SU CREADOR, Y QUE POR DIOS HA SIDO CONSTITUIDO SEÑOR DE LA ENTERA CREACIÓN VISIBLE PARA GOBERNARLA Y USARLA GLORIFICANDO A DIOS. ¿Qué es el hombre para que tú te acuerdes de él? ¿O el hijo del hombre para que te cuides de él? Apenas lo has hecho inferior a los ángeles al coronarlo de gloria y esplendor. Tú lo pusiste sobre la obra de tus manos. Todo fue puesto por ti debajo de sus pies (Ps 8, 5-7). Pero Dios no creó al hombre en solitario. Desde el principio los hizo hombre y mujer (Gen l,27). Esta sociedad de hombre y mujer es la expresión primera de la comunión de personas humanas. El hombre es, en efecto, por su íntima naturaleza, un ser social, y no puede vivir ni desplegar sus cualidades sin relacionarse con los demás. Dios, pues, nos dice también la Biblia, MIRÓ CUANTO HABÍA HECHO, Y LO JUZGÓ MUY BUENO (Gen 1,31).

GS 24: Dios, que cuida de todos con paterna solicitud, ha querido que los hombres constituyan una sola familia y se traten entre sí con espíritu de hermanos. TODOS HAN SIDO CREADOS A IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS, quien hizo de uno todo el linaje humano y para poblar toda la haz de la tierra (Hch 17,26), y TODOS SON LLAMADOS A UN SOLO E IDÉNTICO FIN, ESTO ES, DIOS MISMO. Por lo cual, el amor de Dios y del prójimo es el primero y el mayor mandamiento. La Sagrada Escritura nos enseña que el amor de Dios no puede separarse del amor del prójimo: ... cualquier otro precepto en esta sentencia se resume : Amarás al prójimo como a ti mismo ... El amor es el cumplimiento de la ley (Rom 13,9-10; cf. 1 Io 4,20). Esta doctrina posee hoy extraordinaria importancia a causa de dos hechos: la creciente interdependencia mutua de los hombres y la unificación asimismo creciente del mundo. Más aún, el Señor, cuando ruega al Padre que todos sean uno, como nosotros también somos uno (Io 17,21-22), abriendo perspectivas cerradas a la razón humana, sugiere una cierta semejanza entre la unión de las personas divinas y la unión de los hijos de Dios en la verdad y en la caridad. Esta semejanza demuestra que el hombre, única criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí mismo, no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás.

357 POR HABER SIDO HECHO A IMAGEN DE DIOS, EL SER HUMANO TIENE LA DIGNIDAD DE PERSONA; NO ES SOLAMENTE ALGO, SINO ALGUIEN. Es CAPAZ DE CONOCERSE, DE POSEERSE Y DE DARSE LIBREMENTE Y ENTRAR EN COMUNIÓN CON OTRAS PERSONAS; y ES LLAMADO, POR LA GRACIA, A UNA ALIANZA CON SU CREADOR, A OFRECERLE UNA RESPUESTA DE FE Y DE AMOR QUE NINGÚN OTRO SER PUEDE DAR EN SU LUGAR.

358 Dios creó todo para el hombre (cf. GS 12,1; 24,3; 39,1), pero el hombre fue CREADO PARA SERVIR Y AMAR A DIOS Y PARA OFRECERLE TODA LA CREACIÓN:

«¿Cuál es, pues, el ser que va a venir a la existencia rodeado de semejante consideración? Es el hombre, grande y admirable figura viviente, MÁS PRECIOSO A LOS OJOS DE DIOS QUE LA CREACIÓN ENTERA; es el hombre, para él existen el cielo y la tierra y el mar y la totalidad de la creación, y DIOS HA DADO TANTA IMPORTANCIA A SU SALVACIÓN QUE NO HA PERDONADO A SU HIJO ÚNICO POR ÉL. Porque Dios no ha cesado de hacer todo lo posible para que el hombre subiera hasta él y se sentara a su derecha» (San Juan Crisóstomo, Sermones in Genesim, 2,1: PG 54, 587D - 588A).

359 "Realmente, EL MISTERIO DEL HOMBRE SÓLO SE ESCLARECE EN EL MISTERIO DEL VERBO ENCARNADO" (GS 22,1):

«San Pablo nos dice que dos hombres dieron origen al género humano, a saber, Adán y Cristo [...] El primer hombre, Adán, fue un ser animado; el último Adán, un espíritu que da vida. Aquel primer Adán fue creado por el segundo, de quien recibió el alma con la cual empezó a vivir [...] El segundo Adán es aquel que, CUANDO CREÓ AL PRIMERO, COLOCÓ EN ÉL SU DIVINA IMAGEN. De aquí que RECIBIERA SU NATURALEZA Y ADOPTARA SU MISMO NOMBRE, PARA QUE AQUEL A QUIEN HABÍA FORMADO A SU MISMA IMAGEN NO PERECIERA. El primer Adán es, en realidad, el nuevo Adán; aquel primer Adán tuvo principio, pero este último Adán no tiene fin. Por lo cual, este último es, realmente, el primero, como él mismo afirma: "Yo soy el primero y yo soy el último"». (San Pedro Crisólogo, Sermones, 117: PL 52, 520B).

360 Debido a la comunidad de origen, el género humano forma una unidad. Porque Dios "creó [...] de un solo principio, todo el linaje humano" (Hch 17,26; cf. Tb 8,6):

«Maravillosa visión que nos hace contemplar el género humano en la unidad de su origen en Dios [...]; en la unidad de su naturaleza, compuesta de igual modo en todos de un cuerpo material y de un alma espiritual; en la unidad de su fin inmediato y de su misión en el mundo; en la unidad de su morada: la tierra, cuyos bienes todos los hombres, por derecho natural, pueden usar para sostener y desarrollar la vida; en la unidad de su fin sobrenatural: Dios mismo a quien todos deben tender; en la unidad de los medios para alcanzar este fin; [...] en la unidad de su Redención realizada para todos por Cristo (Pío XII, Enc. Summi Pontificatus, 3; cf. Concilio Vaticano II, Nostra aetate, 1).

361 "Esta ley de solidaridad humana y de caridad (ibíd.), sin excluir la rica variedad de las personas, las culturas y los pueblos, nos asegura que todos los hombres son verdaderamente hermanos.

II “CORPORE ET ANIMA UNUS”

362 LA PERSONA HUMANA, CREADA A IMAGEN DE DIOS, ES UN SER A LA VEZ CORPORAL Y ESPIRITUAL. El relato bíblico expresa esta realidad con un lenguaje simbólico cuando afirma que "DIOS FORMÓ AL HOMBRE CON POLVO DEL SUELO E INSUFLÓ EN SUS NARICES ALIENTO DE VIDA Y RESULTÓ EL HOMBRE UN SER VIVIENTE" (Gn 2,7). Por tanto, EL HOMBRE EN SU TOTALIDAD ES QUERIDO POR DIOS.

363 A menudo, el término ALMA designa en la Sagrada Escritura la VIDA HUMANA (cf. Mt 16,25-26; Jn 15,13) o toda la persona humana (cf. Hch 2,41). Pero designa también lo que hay de más íntimo en el hombre (cf. Mt 26,38; Jn 12,27) y de más valor en él (cf. Mt 10,28; 2M 6,30), aquello por lo que es particularmente imagen de Dios: "alma" significa el principio espiritual en el hombre.
"25.Porque quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará. 26.Pues ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? O ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida?" (Mt 16, 25s)

"Los que acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas 3.000 almas." (Hechos 2, 41)

"Ahora mi alma está turbada. Y ¿que voy a decir? ¡Padre, líbrame de esta hora! Pero ¡si he llegado a esta hora para esto!" (Juan 12, 27)

"«Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna." (Mateo 10, 28)

"Él, por su parte, a punto ya de morir por los golpes, dijo entre suspiros: «El Señor, que posee la ciencia santa, sabe bien que, pudiendo librarme de la muerte, soporto flagelado en mi cuerpo recios dolores, pero en mi alma los sufro con gusto por temor de él.»" (II Macabeos 6, 30)

364 EL CUERPO DEL HOMBRE PARTICIPA DE LA DIGNIDAD DE LA "IMAGEN DE DIOS": ES CUERPO HUMANO PRECISAMENTE PORQUE ESTÁ ANIMADO POR EL ALMA ESPIRITUAL, Y ES TODA LA PERSONA HUMANA LA QUE ESTÁ DESTINADA A SER, EN EL CUERPO DE CRISTO, EL TEMPLO DEL ESPÍRITU (cf. 1 Co 6,19-20; 15,44-45):

"¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis? 20.¡Habéis sido bien comprados! Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo." (I Corintios 6, 19s)

"se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual. " (I Corintios 15, 44)

GS 14. En la UNIDAD DE CUERPO Y ALMA, el hombre, por su misma condición corporal, es una síntesis del universo material, el cual alcanza por medio del hombre su más alta cima y alza la voz para la libre alabanza del Creador. NO DEBE, POR TANTO, DESPRECIAR LA VIDA CORPORAL, SINO QUE, POR EL CONTRARIO, DEBE TENER POR BUENO Y HONRAR A SU PROPIO CUERPO, COMO CRIATURA DE DIOS QUE HA DE RESUCITAR EN EL ÚLTIMO DÍA. HERIDO POR EL PECADO, EXPERIMENTA, SIN EMBARGO, LA REBELIÓN DEL CUERPO. LA PROPIA DIGNIDAD HUMANA PIDE, PUES, QUE GLORIFIQUE A DIOS EN SU CUERPO Y NO PERMITA QUE LO ESCLAVICEN LAS INCLINACIONES DEPRAVADAS DE SU CORAZÓN. No se equivoca el hombre al afirmar su superioridad sobre el universo material y al considerarse no ya como partícula de la naturaleza o como elemento anónimo de la ciudad humana. POR SU INTERIORIDAD ES, EN EFECTO, SUPERIOR AL UNIVERSO ENTERO; A ESTA PROFUNDA INTERIORIDAD RETORNA CUANDO ENTRA DENTRO DE SU CORAZÓN, DONDE DIOS LE AGUARDA, ESCRUTADOR DE LOS CORAZONES, Y DONDE ÉL PERSONALMENTE, BAJO LA MIRADA DE DIOS, DECIDE SU PROPIO DESTINO. Al afirmar, por tanto, en sí mismo la ESPIRITUALIDAD Y LA INMORTALIDAD DE SU ALMA, no es el hombre juguete de un espejismo ilusorio provocado solamente por las condiciones físicas y sociales exteriores, sino que toca, por el contrario, la verdad más profunda de la realidad.

365 LA UNIDAD DEL ALMA Y DEL CUERPO ES TAN PROFUNDA QUE SE DEBE CONSIDERAR AL ALMA COMO LA "FORMA" DEL CUERPO (cf. Concilio de Vienne, año 1312, DS 902); es decir, GRACIAS AL ALMA ESPIRITUAL, LA MATERIA QUE INTEGRA EL CUERPO ES UN CUERPO HUMANO Y VIVIENTE; EN EL HOMBRE, EL ESPÍRITU Y LA MATERIA NO SON DOS NATURALEZAS UNIDAS, SINO QUE SU UNIÓN CONSTITUYE UNA ÚNICA NATURALEZA.

366 La Iglesia enseña que CADA ALMA ESPIRITUAL ES DIRECTAMENTE CREADA POR DIOS (cf. Pío XII, Enc. Humani generis, 1950: DS 3896; Pablo VI, Credo del Pueblo de Dios, 8) —NO ES "PRODUCIDA" POR LOS PADRES—, Y QUE ES INMORTAL (cf. Concilio de Letrán V, año 1513: DS 1440): NO PERECE CUANDO SE SEPARA DEL CUERPO EN LA MUERTE, Y SE UNIRÁ DE NUEVO AL CUERPO EN LA RESURRECCIÓN FINAL.

367 A VECES SE ACOSTUMBRA A DISTINGUIR ENTRE ALMA Y ESPÍRITU. Así SAN PABLO RUEGA PARA QUE “Él, el Dios de la paz, OS SANTIFIQUE PLENAMENTE, Y QUE TODO VUESTRO SER, EL ESPÍRITU, EL ALMA Y EL CUERPO, SE CONSERVE SIN MANCHA HASTA LA VENIDA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. (1 Ts 5,23). La Iglesia enseña que ESTA DISTINCIÓN NO INTRODUCE UNA DUALIDAD EN EL ALMA (Concilio de Constantinopla IV, año 870: DS 657). "Espíritu" significa que el hombre está ordenado desde su creación a su fin sobrenatural (Concilio Vaticano I: DS 3005; cf. GS 22,5), y que su alma es capaz de ser sobreelevada gratuitamente a la comunión con Dios (cf. Pío XII, Humani generis, año 1950: DS 3891).

368 LA TRADICIÓN ESPIRITUAL DE LA IGLESIA TAMBIÉN PRESENTA EL CORAZÓN EN SU SENTIDO BÍBLICO DE "LO MÁS PROFUNDO DEL SER" "EN SUS CORAZONES" (Jr 31,33), DONDE LA PERSONA SE DECIDE O NO POR DIOS (cf. Dt 6,5; 29,3; Is 29,13; Ez 36,26; Mt 6,21; Lc 8,15; Rm 5,5).

"Sino que esta será la alianza que yo pacte con la casa de Israel, después de aquellos días - oráculo de Yahveh -: PONDRÉ MI LEY EN SU INTERIOR Y SOBRE SUS CORAZONES LA ESCRIBIRÉ, Y YO SERÉ SU DIOS Y ELLOS SERÁN MI PUEBLO." (Jeremías 31, 33)

"Amarás a Yahveh tu Dios CON TODO TU CORAZÓN, CON TODA TU ALMA Y CON TODA TU FUERZA." (Deuteronomio 6, 5)

"Dice el Señor: Por cuanto ese pueblo se me ha allegado con su boca, y me han honrado con sus labios, mientras que SU CORAZÓN ESTÁ LEJOS DE MÍ, y el temor que me tiene son preceptos enseñados por hombres," (Isaías 29, 13)

"Y OS DARÉ UN CORAZÓN NUEVO, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, QUITARÉ DE VUESTRA CARNE EL CORAZÓN DE PIEDRA Y OS DARÉ UN CORAZÓN DE CARNE." (Ezequiel 36, 26)

"Porque donde esté tu tesoro, ALLÍ ESTARÁ TAMBIÉN TU CORAZÓN." (Mateo 6, 21)

"Lo que en buena tierra, son los que, después de haber oído, CONSERVAN LA PALABRA CON CORAZÓN BUENO Y RECTO, Y DAN FRUTO CON PERSEVERANCIA." (Lucas 8, 15)

"y la esperanza no falla, porque EL AMOR DE DIOS HA SIDO DERRAMADO EN NUESTROS CORAZONES por el Espíritu Santo que nos ha sido dado." (Romanos 5, 5)

III “HOMBRE Y MUJER LOS CREÓ”
IGUALDAD Y DIFERENCIA QUERIDAS POR DIOS

369 EL HOMBRE Y LA MUJER SON CREADOS, ES DECIR, SON QUERIDOS POR DIOS: por una parte, en una PERFECTA IGUALDAD EN TANTO QUE PERSONAS HUMANAS, y por otra, en su ser respectivo de hombre y de mujer. "SER HOMBRE", "SER MUJER" ES UNA REALIDAD BUENA Y QUERIDA POR DIOS: EL HOMBRE Y LA MUJER TIENEN UNA DIGNIDAD QUE NUNCA SE PIERDE, QUE VIENE INMEDIATAMENTE DE DIOS SU CREADOR (cf. Gn 2,7.22). EL HOMBRE Y LA MUJER SON, CON LA MISMA DIGNIDAD, "IMAGEN DE DIOS". EN SU "SER-HOMBRE" Y SU "SER-MUJER" REFLEJAN LA SABIDURÍA Y LA BONDAD DEL CREADOR.

370 Dios no es, en modo alguno, a imagen del hombre. No es ni hombre ni mujer. Dios es espíritu puro, en el cual no hay lugar para la diferencia de sexos. Pero LAS "PERFECCIONES" DEL HOMBRE Y DE LA MUJER REFLEJAN ALGO DE LA INFINITA PERFECCIÓN DE DIOS: Las De Una Madre (cf. Is 49,14-15; 66,13; Sal 131,2-3) Y LAS DE UN PADRE Y ESPOSO (cf. Os 11,1-4; Jr 3,4-19).

“EL UNO PARA EL OTRO”, “UNA UNIDAD DE DOS”

371 Creados a la vez, EL HOMBRE Y LA MUJER SON QUERIDOS POR DIOS EL UNO PARA EL OTRO. La Palabra de Dios nos lo hace entender mediante diversos acentos del texto sagrado. "No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una AYUDA ADECUADA" (Gn 2,18). Ninguno de los animales es "ayuda adecuada" para el hombre (Gn 2,19-20). La mujer, que Dios "forma" de la costilla del hombre y presenta a éste, despierta en él un grito de admiración, una exclamación de amor y de comunión: "ESTA VEZ SÍ QUE ES HUESO DE MIS HUESOS Y CARNE DE MI CARNE" (Gn 2,23). EL HOMBRE DESCUBRE EN LA MUJER COMO UN OTRO "YO", DE LA MISMA HUMANIDAD.

372 EL HOMBRE Y LA MUJER ESTÁN HECHOS "EL UNO PARA EL OTRO": no que Dios los haya hecho "a medias" e "incompletos"; los ha CREADO PARA UNA COMUNIÓN DE PERSONAS, EN LA QUE CADA UNO PUEDE SER "AYUDA" PARA EL OTRO PORQUE SON A LA VEZ IGUALES EN CUANTO PERSONAS ("hueso de mis huesos...") Y COMPLEMENTARIOS EN CUANTO MASCULINO Y FEMENINO (cf. Mulieris dignitatem, 7). EN EL MATRIMONIO, DIOS LOS UNE DE MANERA QUE, FORMANDO "UNA SOLA CARNE" (Gn 2,24), PUEDAN TRANSMITIR LA VIDA HUMANA: "Sed fecundos y multiplicaos y llenad la tierra" (Gn 1,28). Al trasmitir a sus descendientes la vida humana, el hombre y la mujer, como esposos y padres, cooperan de una manera única en la obra del Creador (cf. GS 50,1).

373 En el plan de Dios, el hombre y la mujer están llamados a "someter" la tierra (Gn 1,28) como "administradores" de Dios. Esta soberanía no debe ser un dominio arbitrario y destructor. A imagen del Creador, "que ama todo lo que existe" (Sb 11,24), el hombre y la mujer son llamados a participar en la providencia divina respecto a las otras cosas creadas. De ahí su responsabilidad frente al mundo que Dios les ha confiado

IV EL HOMBRE EN EL PARAÍSO

374 EL PRIMER HOMBRE FUE NO SOLAMENTE CREADO BUENO, SINO TAMBIÉN CONSTITUIDO EN LA AMISTAD CON SU CREADOR Y EN ARMONÍA CONSIGO MISMO Y CON LA CREACIÓN EN TORNO A ÉL; AMISTAD Y ARMONÍA TALES QUE NO SERÁN SUPERADAS MÁS QUE POR LA GLORIA DE LA NUEVA CREACIÓN EN CRISTO.

375 La Iglesia, interpretando de manera auténtica el simbolismo del lenguaje bíblico a la luz del Nuevo Testamento y de la Tradición, enseña que nuestros primeros padres Adán y Eva fueron constituidos en un estado "de santidad y de justicia original" (Concilio de Trento: DS 1511). Esta gracia de la santidad original era una "participación de la vida divina" (LG 2).

376 Por la irradiación de esta gracia, todas las dimensiones de la vida del hombre estaban fortalecidas. MIENTRAS PERMANECIESE EN LA INTIMIDAD DIVINA, EL HOMBRE NO DEBÍA NI MORIR (cf. Gn 2,17; 3,19) NI SUFRIR (cf. Gn 3,16). LA ARMONÍA INTERIOR DE LA PERSONA HUMANA, LA ARMONÍA ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER (cf. Gn 2,25), y, por último, la armonía entre la primera pareja y toda la creación constituía el estado llamado "justicia original".

377 El "dominio" del mundo que Dios había concedido al hombre desde el comienzo, se realizaba ante todo dentro del hombre mismo como dominio de sí. EL HOMBRE ESTABA ÍNTEGRO Y ORDENADO EN TODO SU SER POR ESTAR LIBRE DE LA TRIPLE CONCUPISCENCIA (cf. 1 Jn 2,16), que lo somete a los placeres de los sentidos, a la apetencia de los bienes terrenos y a la afirmación de sí contra los imperativos de la razón.

378 Signo de la FAMILIARIDAD CON DIOS es el hecho de que Dios lo coloca en el jardín (cf. Gn 2,8). Vive allí "para cultivar la tierra y guardarla" (Gn 2,15): el trabajo no le es penoso (cf. Gn 3,17-19), sino que es la colaboración del hombre y de la mujer con Dios en el perfeccionamiento de la creación visible.

379 Toda esta armonía de la justicia original, prevista para el hombre por designio de Dios, se perderá por el pecado de nuestros primeros padres.
Resumen

380 "A imagen tuya creaste al hombre y le encomendaste el universo entero, para que, sirviéndote sólo a ti, su Creador, dominara todo lo creado" (Misal Romano, Plegaria eucarística IV, 118).

381 EL HOMBRE ES PREDESTINADO A REPRODUCIR LA IMAGEN DEL HIJO DE DIOS HECHO HOMBRE —"IMAGEN DEL DIOS INVISIBLE" (Col 1,15)—, para que Cristo sea el primogénito de una multitud de hermanos y de hermanas (cf. Ef 1,3-6; Rm 8,29).

382 EL HOMBRE ES “CORPORE ET ANIMA UNUS” ("UNA UNIDAD DE CUERPO Y ALMA") (GS 14,1). La doctrina de la fe afirma que EL ALMA ESPIRITUAL E INMORTAL ES CREADA DE FORMA INMEDIATA POR DIOS.

383 «DIOS NO CREÓ AL HOMBRE SOLO: en efecto, desde el principio "los creó hombre y mujer" (Gn 1,27). Esta asociación constituye la primera forma de comunión entre personas» (GS 12,4).

384 La revelación nos da a conocer EL ESTADO DE SANTIDAD Y DE JUSTICIA ORIGINALES DEL HOMBRE Y LA MUJER ANTES DEL PECADO: DE SU AMISTAD CON DIOS NACÍA LA FELICIDAD DE SU EXISTENCIA EN EL PARAÍSO.

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